3. Define el tono de la historia
El tono de la historia es la actitud que el narrador adopta hacia los personajes y la trama. Puede ser serio, irónico, humorístico, sarcástico, etc. El tono deberá ser coherente con la historia que estás contando. Por ejemplo, si estás escribiendo una historia de terror, el tono deberá ser sombrío y siniestro.
4. Utiliza un narrador en primera o tercera persona
Existen dos tipos de voz narrativa más utilizadas: la narración en primera persona y la narración en tercera persona. La narración en primera persona es cuando el narrador cuenta la historia desde su propia perspectiva. La narración en tercera persona es cuando el narrador cuenta la historia desde la perspectiva de un observador externo. Cada tipo de narración tiene sus ventajas y desventajas. La narración en primera persona permite al lector conectarse más con el narrador, mientras que la narración en tercera persona permite al autor crear una visión más amplia de la historia.
5. Sé coherente
La coherencia es fundamental para mantener la voz narrativa adecuada en todo el cuento. Debes ser coherente con el tono, el estilo y la perspectiva que hayas escogido. Si al principio estás utilizando un tono humorístico, no debes cambiar a un tono serio de repente, ya que esto confundirá a los lectores y romperá la conexión emocional que hayan establecido con la historia.
En resumen, encontrar la voz narrativa adecuada para tu cuento es fundamental para crear una conexión con los lectores y darle vida a tus personajes y escenarios. Definir el público objetivo, conocer a tus personajes, definir el tono de la historia, utilizar un narrador en primera o tercera persona y ser coherente son algunos consejos.
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