"12 de febrero de 2023 y vencimiento a 2024… " escrita por R. Rodrigo Alanoca Merlo
1er Lugar - II Concurso Nacional de Cartas de Amor
12
de febrero de 2023 y vencimiento a 2024… como nuestro acuerdo. ¿Te acuerdas? ;)
Días así me
recuerdan el amor, inmaduro, escampado, luego de los días fríos que vives tan
lejos de aquí, sin nuestro sonido en esos pasillos resbaladizos. Cuando corríamos bajo esta lluvia
intensa. O gritar: "pásenlo rápido",
"siguiente ficha", "me hace feliz que te hayas curado", frases trabajosas
hospitalarias, ¿te acuerdas?
En esos días reaprendíamos a decir palabras que no tenían
significado sin el otro, como que recordabas las calles truculentas, llenas de
farsas de triquiñuelas, de congestión vehicular, de hacer escaladas andinistas
urbanas, solo al ir al mercado Rodríguez, y fácilmente bajar por mariposas cuatro
horas después en caminos mundanos.
Ahora, quiero que te acuerdes de respirar, de correr
despacio, de no acelerar la vida, que sé que nos queda. Por ahora separados, que se nos sale el
corazón en cada bache que hace nuestro cerebro al soñar, como hace un mes, que
me besaste desde la comisura izquierda de los labios, hasta completar nuestro
corazón roto.
Para volver al ritual del espíritu del amor, no te
olvides de citar las desavenencias de la detective de Agatha, los cuernos y
dibujos de cuando renace – muere nuestro oso favorito, del bigote falso de Montessori,
filosofar sobre los árboles de hojas azules que cambian por colorantes
andaluces, que odiamos los libros de autoayuda; o que la mejor forma de tostar
las papas, es en rectángulos uniformes, para la patrona. Que tenemos las más disparatadas ideas para
acabar con aprendices poderosos. Son
muchos qué, que solo encuentran su porqué, contigo, que seas mi solucionario
personal, a preguntas sin respuesta.
Antes de cerrar este papel, anda al comedor, toma un rato
la caja de madera de la música, gira el metal brillante, escucha, en el
interior o exterior, de esta bola gigante de silicio y hierro, no olvides que
te quiero, vida, extendida que no sé cómo das al alma, que atinas…